EN LOS CASOS PENALES NO SÓLO DEFENDEMOS LOS INTERESES DE NUESTROS CLIENTES, SINO TAMBIÉN SU PERSONA

El Derecho Penal se desarrolla básicamente en los procedimientos penales, y su esencia es que en muchas ocasiones implican un largo camino desde que se ha cursado una denuncia contra una persona hasta que se celebra el juicio, si es que llega a celebrarse.

Cuando pensamos en el procedimiento penal nos viene a la cabeza la imagen de un tren, pues bien, para nosotros el procedimiento es el trayecto que hace el tren, y cada fase del procedimiento es una de las paradas que realiza el tren, como la declaración en comisaría, las investigaciones de la policía, la declaración en sede judicial, las pruebas o diligencias de investigación en instrucción; Cada fase es importante porque adquirimos nuevos datos que pueden ayudarnos en nuestra defensa y con suerte evitar llegar a juicio, bajándonos del tren en esa parada.

También tenemos muy en cuenta la llamada "pena de banquillo", que es el padecimiento del cliente que se ve involucrado en un procedimiento penal como investigado, siempre sufriendo por cuál será el resultado definitivo.

Por eso en los procedimientos penales nuestro objetivo principal es que nuestro cliente resulte absuelto, y si es posible sin tener que llegar a juicio, pero sobretodo que en todo momento tenga un conocimiento preciso y exacto de la situación en que se encuentra y de las posibles consecuencias.