¿QUÉ ES UN JUICIO?
Técnicamente: Un juicio es una serie de actos sujetos a estrictas reglas que se llevan a cabo en los Tribunales de Justicia con el objeto de lograr la convicción psicológica del Juez de que los hechos que presentamos, unidos a los argumentos jurídicos que exponemos conducen a la consecuencia jurídica que pedimos.
A la práctica: un juicio es como una batalla o partida de ajedrez, porque nos enfrontamos a otro u otros, y ganamos cuando convencemos al Juez que:
El papel del abogado
"el mejor ataque es una buena defensa" -Gran Maestro Cho Myong Won
Cuando recibes una demanda puede parecer que está todo perdido, esto no es así, deja que unos ojos expertos se la lean, porque en muchas ocasiones la demanda:
- Se basa en hechos que no son ciertos.
- No atina el derecho aplicable.
- Contiene pretensiones desacertadas.
- Contiene defectos de forma, que la hacen inviable.
En definitiva, hay ocasiones que un juicio puede ganarse casi antes de haber empezado.
Y en los demás casos, lo que diga el demandante acostumbra a admitir réplica.
"la mejor defensa es un buen ataque" -Sun Tzu 'El arte de la guerra'
Agotadas las vías de negociación, procede la interposición de demanda, que es el escrito con el que se inicia un pleito y que debe contener de manera clara y precisa:
1) Los hechos en que se funda nuestro derecho.
2) El Derecho que resulta aplicable a dichos hechos.
3) Y lo que pedimos al juez, ya sea una cantidad de dinero, que se reconozca la existencia de un derecho u otras cuestiones, es lo que llamamos el petitum.
"más vale un mal acuerdo que un buen pleito"
Abiertos al dialógo
Agotaremos todas las vías de negociación posibles para evitar acudir a juicio, siempre que sea posible y siguiendo las precisas instrucciones del cliente, quien en todo momento estará al mando de la negociación.
"Cuando los pleiteantes ajustan su paz, el Juez está de más"
No siempre los pleitos terminan en sentencia
Una de las formas de apartarse de un pleito empezado es la transacción, que consiste en un contrato por el que las partes ponen término a un pleito comenzado, dando, reteniendo o prometiendo cada una alguna cosa.
Consiste, en definitiva, en llegar a un acuerdo después de haberse empezado un pleito.
Y si el juicio es una guerra en que el segundo muere...
estas son nuestras armas:
LOS HECHOS
Cuando sus importantes intereses están en juego, nosotros lucharemos en su nombre para protegerle a usted y a sus derechos
A pesar de lo técnico y árido que es el lenguaje del Derecho esta complicación no será obstáculo para que usted comprenda todas las implicaciones de su caso, qué sucederá si todo va bien y qué sucederá si todo va mal.
La participación del cliente es indispensable para el éxito en la defensa de sus intereses.
Nosotros le haremos ver el quid de la cuestión de su caso, para que usted mismo pueda discurrir y determinar qué hechos, informaciones u otras circunstancias pueden ser importantes, que de otra manera podrían quedar en el aire.
De esta manera usted nos podrá transmitir estas circunstancias y nosotros los podremos utilizar en defensa de sus derechos, ya en vía de negociación, ya para ganar el juicio.
Vistos los hechos y conocido el Derecho le daremos el mejor consejo para la defensa de sus intereses, aunque impliquen retirada, que será almenos una retirada a tiempo.
El derecho que defendemos es del cliente, y el cliente es el dueño de su caso.
Nosotros en fase de negociación ni haremos ni aceptaremos ninguna oferta sin que el cliente nos lo haya encomendado.
En definitiva, es el cliente el que decide por donde se tiene que tirar, si se tiene que demandar o no, si se tiene que recurrir o no; Nosotros solo actuamos previo encargo del cliente.
Pueden haber muchos casos parecidos, pero no dos iguales.
Con claridad y concisión llegaremos al fondo del asunto, lo contrario puede llevar a resultados funestos, como el médico que diagnostica un resfriado común cuando es una meningitis.
Preparamos cada caso como si fuera a acabar en juicio.
Las reuniones y entrevistas con el cliente, la indagación de los hechos, informaciones y circunstancias relevantes, y la valoración de las pruebas practicables nos ofrecen una fidedigna aproximación al resultado del pleito.
El conocimiento que el cliente tiene de su caso, ampliado con nuestras explicaciones y consejos, junto con las sesiones específicas de preparación para el día del juicio (lenguaje corporal, comportamiento en sala y estudio de qué y cómo responder a las preguntas relevantes que le formulen) suelen comportar que el resultado aproximado previsto se convierta en el resultado definitivo, que cuando nada falla es el mejor resultado posible.
Ya hemos advertido que la implicación del cliente es necesaria para preparar el caso, pero su participación es legalmente exigida cuando debe declarar en el juicio como demandante o como demandado.
Somos conscientes que para algunas personas es un mal trago tener que colocarse delante del Juez, en ocasiones porque no han tenido que hacerlo nunca.
Pero nosotros le quitaremos el malestar ante esta situación para que su intervención sea eficaz y decisiva, porque prepararemos el juicio con usted, haciendo simulacros incluso, de manera que cuando deba acudir delante del Juez sepa cómo se va a desarrollar la sesión, qué preguntas le van a formular y qué normas de protocolo debe seguir.
En definitiva, tras la sesión o sesiones de preparación no estará preocupado por tener que declarar ante el Juez.
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